jueves, agosto 25, 2011

Chile se apuró demasiado

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SANTIAGO DE CHILE — Las protestas estudiantiles que paralizaron a Chile esta semana han sido vistas en gran parte del mundo como un síntoma del fracaso del sistema universitario abierto a la iniciativa privada que rige en el país. Sin embargo, son en parte el resultado del éxito del sistema, y en parte consecuencia de sus excesos.

Antes de examinar que cosas se hicieron mal en Chile, recordemos que este país tiene uno de los mejores sistemas educativos de América Latina.

En el último test internacional PISA de estudiantes de 15 años, en las disciplinas de matemática, ciencia y comprensión de textos, Chile obtuvo el primer lugar en Latinoamérica, muy por delante de México, Brasil y Argentina.

Con respecto a la educación superior, Chile ha ampliado su cobertura educativa más que la mayoría de sus vecinos: el número de estudiantes universitarios en Chile ha aumentado desde 200,000 hace dos décadas a casi un millón en la actualidad. Casi el 50 por ciento de los estudiantes chilenos en edad universitaria están en la universidad, un porcentaje mayor al de la mayoría de los países de la región.

Y más importante aún, el 70 por ciento de los estudiantes universitarios chilenos de hoy son hijos de personas que nunca asistieron a la universidad.

Pero la conclusión que saqué tras entrevistar a los líderes del movimiento estudiantil, académicos y funcionarios del gobierno en días recientes, la fenomenal expansión del sistema universitario chileno se realizó demasiado rápido, con escasa planificación y sin suficiente regulación.

Chile permitió que las universidades privadas compitieran libremente con las universidades estatales, pero no implementó la condición de que todas las universidades privadas se adhirieran a altos estándares académicos, y eso condujo a la creación tanto de universidades privadas de primer nivel como de universidades mediocres.

Como la mayoría de los estudiantes de clase trabajadora que accedieron a las universidades no podían afrontar el pago de sus cursos, Chile adoptó un sistema usado en Australia, que permite que los estudiantes empiecen a pagar por su educación una vez que se gradúen y consigan un empleo.

Teóricamente, todo sonaba espléndido, pero los planificadores no tomaron en cuenta que, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o en China, donde las familias tienen el hábito de ahorrar para la educación universitaria de sus hijos desde que estos son pequeños, en Chile nunca existió una cultura familiar de ahorro para la educación.

Con la explosión de estudiantes de los últimos años, los nuevos graduados se encontraron con deudas de hasta $40,000 e incapaces de pagar sus préstamos estudiantiles. Y como sus padres habían funcionado como garantes de sus préstamos, toda la familia se encontró con deudas enormes, lo que ayuda a explicar el amplio respaldo de muchos adultos al movimiento estudiantil.

Lo que es peor, a diferencia de lo que ocurre en Australia, donde a los graduados se les exige pagar un cierto porcentaje de sus salarios cuando consiguen un empleo, en Chile tienen que pagar una suma fija, independientemente de sus ingresos.

Los estudiantes universitarios de hoy —muchos de los cuales participaron en las protestas de los estudiantes de secundaria del 2006— se dieron cuenta que estarían estrangulados financieramente en cuanto se graduaran. Así que decidieron salir a la calle — esta vez con el apoyo de los profesores y los sindicatos — para exigir una educación universitaria gratuita.

“Por supuesto que tienen razón cuando exigen una educación más asequible”, me dijo el ministro de Educación Felipe Bulnes en una entrevista, agregando que el estado no podría pagar una educación totalmente gratuita, especialmente para los sectores más ricos. “La clave es determinar qué es posible y qué es imposible, y la velocidad con la que podemos avanzar”.

Hasta ahora el gobierno del presidente conservador Sebastián Piñera ha ofrecido inyectar más fondos gubernamentales a la educación superior, bajar las tasas de interés de los préstamos estudiantiles y ofrecer becas a los estudiantes más pobres. Pero los líderes estudiantiles, alentados por el apoyo popular, exigen más.

Camila Vallejo, la dirigente estudiantil de 23 años que ha fascinado a este país con su belleza y su carisma, me dijo en otra entrevista que la federación estudiantil también está exigiendo que el gobierno prohíba la existencia de universidades con fines de lucro. Vallejo, que es militante del partido comunista, agrego que su movimiento quiere “cambios estructurales” que acaben con “el modelo educativo neoliberal”.

Mi opinión: en el apuro por unirse al Primer Mundo y copiar los sistemas universitarios de Estados Unidos, Gran Bretana, China e India, — los países con las mejores universidades del mundo— Chile se apresuró demasiado. Un poco de gradualismo hubiera sido mejor.

Los estudiantes tienen razón al exigir que el gobierno haga algo para resolver la situación financiera de los graduados, y que haya mayor regulación del sector. Sin embargo, estos excesos pueden corregirse sin copiar los desastrosos sistemas universitarios estatistas de varios países de la región.

Si los excesos del libre mercado educativo se resuelven, Chile saldrá de este trauma convertido en un país mejor.

Kadafi apoyó a la izquierda radical en América Latina, que hoy le defiende

/AFP

El presidente Hugo Chávez lleva la voz cantante en la defensa del acosado líder libio Muammar el Kadafi, quien mantuvo estrechos vínculos con la izquierda radical de América Latina desde su llegada al poder en 1969.

Tras la entrada de los rebeldes a Trípoli el fin de semana pasado, Chávez ha reiterado a diario su apoyo público a Kadafi, a quien considera su amigo y con quien ha tejido una estrecha relación en la última década.

El miércoles, denunció el “asalto y saqueo” de la embajada de Venezuela en Trípoli y aseveró que “el drama de Libia no termina ni aún con el gobierno de Kadafi, comienza nada más”.

“Están demoliendo un país delante del mundo. Cumplimos con nuestro deber moral y político de denunciarlo desde el primer día”, dijo.

Pero Chávez, un militar en retiro, es quizás el político latinoamericano que más tardíamente se vinculó con Kadafi.

“En los años 70 muchos líderes revolucionarios vinieron aquí (a Libia). Yo no pude porque estaba en el Ejército. Cuando el Libro Verde comenzó a llegar a Venezuela, ya nosotros andábamos siguiendo el ejemplo de Kadafi”, dijo Chávez en un discurso en Trípoli en 2009, cuando acudió a la celebración de los 40 años de la revolución libia.

“Yo siempre le dije a muchos compañeros del Ejército: Si Kadafi y aquellos jóvenes militares libres lo hicieron, ¿por qué nosotros no podremos hacerlo?”, señaló en aquella ocasión Chávez.

El impacto de Kadafi en los movimientos insurgentes de América Latina estuvo asociado a la reivindicación de los países del Tercer Mundo, como alternativa de izquierda frente a la Unión Soviética, explicó David Paravisini, quien fue diplomático venezolano en Libia.

“Kadafi surge en un momento de renovación. Se venía no solo de la derrota de los movimientos guerrilleros en América del Sur (la guerrilla de origen comunista en Venezuela y el Che Guevara en Bolivia), sino de un cuestionamiento mundial a los partidos comunistas, especialmente de Europa occidental, que eran poderosos pero no accedían al poder”, explicó Paravisini.

“En ese contexto, Kadafi comenzó a captar gente a la que llevaba a Libia para formarla ideológicamente. Pero el único apoyo sólido de Libia en la región fue al gobierno sandinista, tras el triunfo de la revolución en 1979”, refirió.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, es el otro gobernante latinoamericano que ha respaldado a Kadafi de cara a la rebelión interna, las sanciones y la intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La revolución en Nicaragua provocó “la solidaridad de muchos gobiernos no sólo del campo socialista, como Cuba, sino también de países árabes como Libia”, dijo el general retirado Hugo Torres, actual diputado de la disidencia sandinista.

Según Torres, Kadafi brindó más de $300 millones en cooperación a la revolución (1979-90). El ex vicecanciller del primer gobierno sandinista Víctor Tinoco afirma por su parte que fueron $100 millones en créditos, más intereses acumulados que finalmente fueron condonados en el 2010.

Cuando Violeta Chamorro ganó la presidencia de Nicaragua en 1990 fueron cortadas las relaciones diplomáticas con Libia, hasta que Ortega regresó al poder en el 2007 y las reanudó.

En Centroamérica, también la guerrilla salvadoreña Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tuvo contactos y un cierto apoyo de parte de Kadafi en los años 80. Sin embargo, el actual gobierno del presidente Mauricio Funes, apoyado por el FMLN, ha guardado silencio sobre la situación en Libia.

Juan Ramón Medrano, ex comandante del FMLN, dijo que en los 80 “hubo varios viajes y reuniones de la gente de la comandancia. Sé que hubo apoyos, alguna comunicación y lo más seguro algún dinero y algunas armas”.

“Pero en términos generales fue muy débil la incidencia de Libia en movimientos revolucionarios de América Latina, los referentes fuertes fueron para unos la ex Unión Soviética y para otros Cuba, y líderes como el Che Guevara y otros revolucionarios estrictamente latinoamericanos”, añadió.

La otra relación cercana ocurrió con la Cuba de Fidel Castro, quien visitó Libia en marzo de 1977, septiembre de 1978 y mayo del 2001. Sin embargo, Kadafi nunca ha estado en La Habana.

Libia fue, en todo caso, campo de entrenamiento para las guerrillas argentinas de Montoneros (peronista) y ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo, trotskista), y las colombianas FARC (comunista) y ELN (guevarista).

“Una comisión del ELN (Ejército de Liberación Nacional) y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) recibió entrenamiento en Libia a mitad de los 80. Pero no les sirvió de nada. Era en pleno desierto, los llevaban a campamentos y los dejaban aislados”, refirió el investigador colombiano Ariel Avila.

Alrededor del 2000, cuando desarrollaban negociaciones de paz que no prosperaron, las FARC “intentaron tener relaciones internacionales con Kadafi, pero no funcionó ya que en esa época él trataba de darle un giro a su política internacional y que su país no fuese visto como uno que apoya a terroristas”, señaló Avila.

Liberados los cuatro periodistas italianos secuestrados en Libia

Vídeo: Atlas

Los cuatro periodistas italianos que habían sido secuestrados este miércoles han sido liberados en Trípoli, según informa el diario 'Corriere della Sera'.

Quirico, Sarcina, Rosaspina y Monici. | Corriere

Quirico, Sarcina, Rosaspina y Monici. | Corriere

Los periodistas secuestrados son Claudio Monici, enviado de 'Avvenire', el rotativo de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Domenico Quirico, del turinés 'La Stampa', y de Elisabetta Rosaspina y Giuseppe Sarcina, ambos del milanés 'Corriere della Sera'.

Sarcina, del 'Corriere della Sera', quien tenía un importante rasguño en la cara y sangre en la camiseta, ha afirmado que tanto él como sus compañeros en encuentran bien. Sobre lo sucedido, ha explicado que han sido secuestrados por milicianos, pero que no podía decir "que fueran tropas miliatres o regulares".

Ha relatado que se encontraban en la Plaza Verde de Trípoli cuando tomaron una calle desierta, "pensamos que era mejor volver y entonces fue cuando unos milicianos nos capturaron, fueron muy violentos, mataron a nuestro chofer porque era de Zawiya, y esa ciudad está bahjo control rebelde". Ha explicado que han estado retenidos en una casa de Trípoli, cerca del hotel Rixos, en zona controlada por Gadafi.

Sobre la liberación tan sólo ha detallado que fueron ayudado por civiles libios.

En la página web del diario 'Corriere della Sera' se citan las declaraciones de Rosaspina que se ha puesto en contacto con el director del rotativo, Ferruccio de Bortoli, tras la liberación y asegura que todos están bien.

"Estoy vivo y libre. Ahora estoy bien, pero hasta hace una hora pensaba que iba a morir", refirió Quirico a su diario.

El diario milanés explica que la liberación se produjo después de que "dos jóvenes irrumpiesen en la casa donde se encontraban retenidos". Al parecer, agrega 'Corriere della Sera' los secuestradores habían abandonado la casa la pasada noche.

Los cuatro periodistas habían sido secuestrados ayer en Libia cuando se desplazaban en coche a Zawiyah, a 40 kilómetros de la capital libia, Trípoli, cuando un grupo de combatientes leales a Muamar Gadafi dejó sus vehículos y mató a su conductor, según Tucci.

Según el testimonio de los periodistas, que pudieron hablar con sus familiares y con los diarios, fueron golpeados y les han robado sus teléfonos, las carteras y otros enseres.

Después fueron trasladados a un apartamento en Trípoli, ubicado entre la fortaleza del coronel Muamar el Gadafi de Bab El Aziziya y el hotel Rixos, donde se aloja la prensa internacional, y desde la ventana se ve un gran centro comercial que pertenecía a la hija del coronel, Aisha.

Intensos tiroteos en el centro de Trípoli

Un rebelde insta a un cámara a ponerse a cubierto en las inmediaciones del hotel Corinthia. | AFP

Un rebelde insta a un cámara a ponerse a cubierto en las inmediaciones del hotel Corinthia. | AFP

Un joven rebelde besa sus balas en el complejo de Bab al Aziziya.| Afp
  • Rebeldes intercambian disparos de armas automáticas y morteros contra gadafistas junto al hotel Corinthia
  • Los rebeldes sitian un edificio cerca del palacio donde creen que Gadafi está escondido
  • Los insurgentes se preparan para asaltar el barrio de Abu Salim
  • El CNT insta a los gadafistas a negociar y 'al pueblo de zonas no liberadas a unirse a la revolución'

Rosa Meneses (Enviada especial) | Agencias | Trípoli

Un intenso tiroteo rompió la calma en este lado de la ciudad, frente al hotel Corinthia. En este lugar se aloja toda la prensa internacional, entre la que está ELMUNDO.es. Mientras, un grupo de rebeldes se enfrenta a gadafistas en un complejo de apartamentos -cercano al palacio presidencial tomado por los rebeldes- donde creen que podría ocultarse el líder Muamar Gadafi con algunos de sus hijos. Según Reuters, los rebeldes están intercambiando disparos con gadafistas dentro de los edificios.

"Están juntos. Están en un pequeño agujero", aseguró a la agencia uno de los rebeldes implicados en la contienda, Muhammad Gomaa. "Hoy termina esto", declaró optimista. Según un mando de las fuerzas opositoras citado por la CNN, más tropas rebeldes se están desplegando para rodear el edificio. Sin embargo, los insurgentes no aclararon por qué creen que el líder libio se oculta en el complejo y otros se preparaban para asaltar el barrio de Abu Salim, donde también podría ocultarse el líder.

Asimismo, un grupo de rebeldes que custodian la entrada al hotel Corinthia -situado cerca del centro, entre el mar y la ciudad vieja de Trípoli- intercambió disparos de armas automáticas y morteros contra francotiradores leales a Gadafi, apostados en los edificios aledaños.

La zona del Corinthia está rodeada de varios rascacielos, entre ellos el del hotel JW Marriot, que apenas pudo ser inaugurado cuando estalló la contienda en Libia y permanece cerrado desde entonces.

Las fuerzas insurrectas utilizaron granadas de mortero y armas antiaéreas para liquidar a los francotiradores. Además, 'snipers' rebeldes disparaban a los gadafistas desde el tejado del hotel.

También impidieron a cinco hombres armados asaltar el complejo hotelero. Dos balas impactaron en una habitación.

A la hora en que se escribían estas líneas, los tiroteos continuaban de forma esporádica en las cercanías del hotel, que se encuentra a apenas dos kilómetros de la Plaza Verde, que se encuentra tomada por las fuerzas opositoras.

En Trípoli se vivieron anoche intentos intercambios de fuego, pero la ciudad amaneció en calma. ELMUNDO.es salió esta mañana en dirección a Zawiya, a 40 kilómetros de la capital. Ha podido ver una ciudad desierta. No hay ni un alma por las calles, los comercios y oficinas están cerrados a cal y canto. El tráfico es nulo.

En las principales calles de Trípoli hay controles cada 100 metros, vigilados por jóvenes, 'shabab', empuñando sus armas. Aguantan el calor abrasador sin comer ni beber: están haciendo el Ramadán. Al pasar, saludan con un 'Alá Akbar' (Dios es Grande), que parece haberse convertido en el santo y seña de los insurgentes.

A la caza de Gadafi

Asimismo, los rebeldes se preparan para lanzar una ofensiva "decisiva" contra el barrio tripolitano de Abu Salim, donde reductos de leales al régimen oponen una fiera resistencia y donde también podría ocultarse Gadafi o algunos de sus hijos.

"Tenemos información precisa sobre dónde se encuentran los restos del régimen y dónde tienen las armas", explicó desde la capital libia el portavoz de la Brigada de los Mártires de Trípoli, Anis Sharif.

En declaraciones por la televisión árabe por satélite Al Yazira, el responsable militar se mostró, asimismo, optimista y convencido de que puedan caer los focos de leales gadafistas que resisten en sus calles antes del ocaso.

Tenemos informaciones que apuntan a que las fuerzas de Gadafi han repartido armamento entre la población civil en un intento por detener el avance, agregó.

Al hilo de este argumento, calculó en "varios cientos" el número de leales a Gadafi que luchan en este barrio, y precisó que las fuerzas rebeldes se cuentan por miles.

Precisamente, el líder del Consejo Nacional de Transición rebelde, Mustafá Abdel Jalil, ha instado este jueves a los gadafistas para que se unan a sus filas. "Insto a nuestro pueblo en las zonas que no han sido liberadas a unirse a la revolución", dijo en una rueda de prensa desde Bengasi.

"Recibimos cualquier negociación con cualquier comunidad o zona, ya sea directa o indirectamente, para evitar más matanzas", dijo. Este martes, los insurrectos iniciaron un proceso de diálogo con los jeques de la ciudad natal de Gadafi, Sirte, el próximo objetivo de los rebeldes tras llegar a Trípoli.

La imagen: medios libios se unen en la búsqueda de Gadafi

La imagen: medios libios se unen en la búsqueda de Gadafi

Foto: AL-MANARA MEDIA / AFP
La imagen de arriba comenzó a circular a través de un medio opositor libio, que se unió al llamado de búsqueda emitido por el líder de los rebeldes y primer ministro del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mahmud Jibril , quien comunicó que se ofrece una recompensa de US$ 1.7 millones a quien capture a Muamar Gadafi

“Las dictaduras llegan y se van, ahora se empujan unas a otras como fichas de dominó”

Foto: Noticias24/Archivo

El periodista Rafael Poleo quien titula su columna de este jueves, “Dominó”, analiza el proceso de caída de algunas dictaduras en el Medio Oriente, específicamente las de Libia, Egipto, Siria y Marruecos.

En este orden ideas, el periodista asevera que “las dictaduras llegan y se van por oleadas. Las del Medio Oriente llegaron con los coroneles que reeplazaron a las viejas monarquías podridas. Ahora caen, unos empujando a los otros, como las fichas del dominó”.

A continuación la columna de Rafael Poleo:

El Nuevo País

Wall Street sube en la apertura por acuerdo entre Bank of America Corp y Berkshire

HERRAMIENTAS
Foto: hoto by Stephen Chernin/Getty Images

NUEVA YORK, ago 25 (Reuters) - Las acciones estadounidenses subían en la apertura este jueves luego de que Berkshire Hathaway Inc , una empresa del millonario Warren Buffett, acordó invertir 5.000 millones de dólares en Bank of America Corp, lo que apoyaba a los títulos de financieras.

El promedio industrial Dow Jones subía 74,55 puntos, o el 0,66%, a 11.395,26 unidades. El índice Standard & Poor’s 500 avanzaba 13,08 puntos, o un 1,11 por ciento, a 1.190,68 unidades.

El índice tecnológico Nasdaq Composite ganaba 14,46 puntos, o el 0,59%, a 2.482,15 unidades.

Las acciones de Bank of America subían 25%, las de Citigroup ganaban 7,8%, las de Wells Fargo avanzaban un 5 por ciento y las de JPMorgan trepaban un 5,4 por ciento

Rusa Gazprom garantiza operaciones en Bolivia y Venezuela

HERRAMIENTAS
Foto: Archivo

Santa Cruz (Bolivia), 25 ago (dpa) - El vicedirector de la energética rusa Gazprom, Alexey Shebarshin, garantizó operaciones de búsqueda de gas y petróleo en Bolivia y Venezuela, durante el cuarto congreso internacional de gas y energía que hoy concluye en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.

Shebarshin explicó que está en vigor una alianza estratégica con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para tareas de exploración y prospección de los campos Ipati, Aquío y el bloque Azero que está en el Chaco boliviano, colindante con Argentina y Paraguay.

El vice director de Gazprom International subrayó que existe un “componente político” para que el gigante ruso se expanda a Bolivia, Venezuela y Cuba. También realizan gestiones para abrir oficinas de enlace en Argentina y Brasil.

“Tiene que existir una respuesta coordinada a las demandas actuales de gas natural en el mundo porque la escasez de energía es una amenaza”, dijo en el congreso que organiza la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía.

Gazprom, petrolera con 400.000 empleados y con operaciones en 60 países, también pretende llegar a Asia con proyectos de Gas Natural Licuado (GNL) para consolidar su presencia como compañía global.

Los momentos más espantosos y crueles de la toma de Trípoli (Adv. imágenes fuertes)

Foto: AFP PHOTO/PATRICK BAZ

Las siguientes imágenes muestran como quedaron las adyacencias de Bab al-Aziziya y las calles de Trípoli, luego que los soldados rebeldes tomaran la capital libia esta semana.

Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: Reurtes
Foto: AFP PHOTO/PATRICK BAZ
Foto: AFP PHOTO/PATRICK BAZ
Foto: AFP PHOTO/PATRICK BAZ

24 agosto, 2011

Los siete mitos de la Libia de Khadafy

Khadafy Por Juan Cole

La Nación

ANNE ARBOR, EE.UU.- La revolución libia ha sido mayormente exitosa, y éste es un momento de celebración, no sólo para los libios, sino para toda una generación de jóvenes del mundo árabe que buscan una apertura política en toda la región. El secreto del éxito de los últimos días del levantamiento es la revuelta popular en los barrios obreros de Trípoli, cuyos habitantes quebraron el dominio de la policía secreta.

Este partido final, en el que el pueblo de la capital acorraló a la familia Khadafy y se unió al Consejo Nacional de Transición (CNT), es el mejor de los escenarios posibles y fue el desarrollo más plausible de la revolución.

Hace tiempo que sostengo este argumento. Afirmé, por ejemplo, que Khadafy había perdido apoyo popular en todos los sectores, y que permanecía en el poder sólo por el uso de la fuerza. Y que una vez neutralizadas sus armas más pesadas y bloqueado el suministro de combustible y municiones, la subyacente hostilidad de la gente común hacia el régimen podría volver a manifestarse, tal como ocurrió en febrero pasado.

No pretendo subestimar los desafíos por venir: operaciones de limpieza contra focos leales al régimen, restablecimiento de la ley, reconstrucción de la policía y el ejército nacional, traslado del CNT a Trípoli, y creación de un régimen parlamentario nuevo.

Recibí un aluvión de críticas por mi apoyo a la revolución y a la intervención de la Liga Arabe y la OTAN para impedir que esa revolución fuera aplastada. Odio la guerra, ya que, de hecho, viví una en el Líbano. Quienes que me imaginaban celebrando los bombardeos de la OTAN sólo querían ser crueles. Dada la controversia acerca de la revolución libia, quizá valga la pena repasar los mitos que circularon sobre ella.

  • En política interior, Khadafy era un progresista. Si bien en la década de 1970 es probable que el acorralado líder libio fuera más pródigo en el reparto de las ganancias del petróleo entre la población, con la compra de tractores para los agricultores, etcétera, en las últimas dos décadas esa política cambió.

Se volvió vengativo con las tribus que se le habían opuesto políticamente y las privó de su parte en el reparto de los recursos del país. Y durante los últimos quince años, la extrema corrupción y el auge de una oligarquía de estilo postsoviético, desalentaron la inversión y arruinaron la economía. Para ser un país petrolero, en Libia había mucha más pobreza y una infraestructura mucho más precaria de lo esperable.

  • En política exterior, Khadafy era un progresista. Lo mismo: durante décadas pasó por ser el mismo que era en la década de 1970. Por el contrario, en los últimos años, desempeñó un papel funesto en Africa, al financiar a dictadores brutales y alentar guerras ruinosas. En 1996, el supuesto paladín de la causa palestina expulsó de Libia a 30.000 apátridas palestinos. Después de que lo descongelaron, tras las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa, comenzó a codearse con George W. Bush, Silvio Berlusconi y otras figuras de la derecha.

  • Es natural que Khadafy haya enviado a los militares contra los revolucionarios; cualquier país hubiera hecho lo mismo. No, eso no es cierto, y el argumento es moralmente estúpido. De hecho, los militares egipcios se negaron a seguir la orden de Hosni Mubarak de dispararles a los manifestantes.

  • Hubo un largo estancamiento de las hostilidades entre los revolucionarios y las fuerzas de Khadafy. No es cierto. Cualquiera que haya seguido de cerca el conflicto desde abril sabe que el movimiento fue constante, primero en Misurata y luego en las montañas occidentales: jamás hubo un compás de espera generalizado.

  • La revolución libia fue en realidad una guerra civil. En Libia no hubo choques sectarios de civiles contra civiles como ocurrió en Bagdad en 2006. La revolución comenzó como una pacífica protesta y las multitudes urbanas sólo comenzaron a armarse cuando fueron atacadas con fuego de artillería, tanques, morteros y lanzagranadas. Cuando comenzó la lucha, eran sólo combatientes voluntarios. Eso es una revolución, no una guerra civil.

  • Para que la revolución tenga éxito, será necesario que la OTAN despliegue tropas sobre el terreno. No hay brigadas de infantería extranjeras y es muy improbable que vaya a haberlas. Los libios son muy nacionalistas y nunca necesitaron de las brigadas de infantería extranjeras para consumar su revolución.

  • Esta fue una guerra por el petróleo de Libia. Esa es una pavada. Libia ya estaba integrada al mercado del petróleo, con miles de millones de dólares en contratos con BP, ENI y otras. Ninguna de esas empresas hubiera querido poner en riesgo esos contratos deshaciéndose del gobernante. El argumento económico para explicar el imperialismo es bueno si tiene sentido, pero éste no lo tiene, además de que no existen evidencias y, por lo tanto, no es más que una teoría conspirativa.

Mi recuerdo de Borges

Jorge-luis-borges Por Alberto Benegas Lynch (h)

Diario de América

En un nuevo aniversario del natalicio de Jorge Luis Borges reproducimos este trabajo que publicamos originalmente el 12/08/10.

Cuando era rector de la Escuela Superior de Economía y Administración (ESEADE) los alumnos me pidieron tenerlo a Borges entre los invitados. Intenté el cometido por varios caminos indirectos sin éxito, incluso almorcé en su momento con mi pariente Adolfo Bioy Casares con quien en aquel entonces éramos miembros del Consejo de Cultura del Jockey Club de Buenos Aires, pero me dijo que “Georgie se está poniendo muy difícil de modo que prefiero no intervenir en este asunto”. Finalmente decidí llamarla por teléfono a la famosa Fanny (Epifanía Uveda de Robledo) quien actuaba como ama de llaves en la casa de Borges desde hacía más de un cuarto de siglo. Ella me facilitó todo para que Borges fuera a hablar a ESEADE y arregló los honorarios conmigo.

La velada fue muy estimulante y repleta de ironías y ocurrencias típicamente borgeanas todo lo cual se encuentra en la filmación de ese día en los archivos de esa casa de estudios, acto al que también nos acompañó por unos instantes Adolfito antes de ir a la regular sesión de masajes para aliviar su dolor de espalda. Cuando nos dirigíamos al aula Borges me preguntó “¿Dónde estamos Benegas Lynch?” y cuando le informé que en el ascensor me dijo “¿por qué ascensor y no descensor?”.

Cuando lo dejé en su departamento en la calle Maipú me invitó a pasar y nos quedamos conversando un buen rato atendidos por Fanny que nos sirvió una tasa de té que al rato repitió con la mejor buena voluntad. Hablamos de los esfuerzos para difundir las ideas liberales y las dificultades para lograr los objetivos de la necesaria comprensión de la sociedad abierta. Se interesó por la marcha de mis cátedras y especialmente por la reacción de los estudiantes. Volvió a sacar el intrincado tema del arte objetivo o subjetivo que habíamos tocado en el automóvil cuando lo buscamos con María, mi mujer, ocasión en la que al intercalar la relación entre el arte y la religión señaló que la referencia religiosa más sublime que había escuchado era que “el sol es la sombra de Dios”.

Se que María Kodama ha tenido serias desavenencias con Fanny (y con algunos allegados y allegadas a Borges) pero no quiero entrar en esos temas, solo subrayo que con María tenemos una muy buena relación y ella me invitó a exponer en el primer homenaje a Borges que le rindió la Fundación que lleva su nombre junto al sustancioso y extrovertido español José María Álvarez y a otros escritores. Mi tema fue “Spencer y el poder: una preocupación borgeana” lo cual fue muy publicitado en los medios argentinos (a veces anunciado equivocadamente como Spenser, por Edmund, el poeta del siglo xvi, en lugar de aludir a Herbert Spencer el filósofo decimonónico anti-estatista por excelencia). Con Maria Kodama nos hemos reunido en muy diversas oportunidades solos y con amigos comunes pero siempre con resultados muy gratificantes.

Son muchas las cosas de Borges que me atraen. Sus elucubraciones en torno a silogismos dilemáticos me fascinan, por ejemplo, aquel examen de un candidato a mago que se le pide que adivine si será aprobado y a partir de allí como el consiguiente embrollo que se desata no tiene solución. Por ejemplo, su cita de Josiah Royce sobre la imposibilidad de construir un mapa completo de Inglaterra ya que debe incluir a quien lo fabrica con su mapa y así sucesivamente al infinito. Por ejemplo, la contradicción de quienes haciendo alarde de bondad sostienen que renuncian a todo, lo cual incluye la renuncia a renunciar que significa que en verdad no renuncian a nada.

He recurrido muchas veces a Borges para ilustrar la falacia ad hominem, es decir quien pretende argumentar aludiendo a una característica personal de su contendiente en lugar de contestar el razonamiento. En este sentido, Borges cuenta en “Arte de injuriar” que “A un caballero, en una discusión teleológica o literaria, le arrojaron en la cara un vaso de vino. El agredido no se inmutó y dijo al ofensor: esto señor, es una digresión; espero su argumento” y la importancia de saber conversar a la que alude Borges quien ilustra la idea con la actitud hospitalaria y receptiva de Macedonio Fernández que siempre terminaba sus consideraciones “con puntos suspensivos para que retome el contertulio”, a diferencia de Leopoldo Lugones que “era asertivo, terminaba las frases con un punto y aparte; para seguir hablando con él había que cambiar el tema”.

Siempre me ha parecido magnífico el modo en que Borges comienza “La biblioteca de Babel”: “El universo (que otros llaman la biblioteca)…”. Una afirmación que encierra el secreto de toda biblioteca bien formada que representa un fragmento de la cultura universal, una porción de los amigos del conocimiento, un segmento de los alimentos más preciados del alma.

A mis alumnos les he citado frecuentemente el cuento borgeano de “Funes el memorioso” para destacar la devastadora costumbre de estudiar de memoria y la incapacidad de conceptualizar y de relacionar ideas. Recordemos que Funes, con su memoria colosal después del accidente, no entendía porque se le decía perro tanto a un can de frente a las cuatro de la tarde como a ese animal a las tres y de perfil.

Es casi infinito el jugo que puede sacarse de los cuentos de Borges (un periodista distraído una vez le preguntó cual era la mejor novela que publicó, a lo que el escritor naturalmente respondió: “nunca escribí una novela”). Las anécdotas son múltiples: en una ocasión, al morir su madre, una persona, en el velorio, exclamó que había sido una lástima que no hubiera llegado a los cien años que estuvo cerca de cumplir, a lo que Borges respondió “se nota señora que usted es una gran partidaria del sistema decimal”. Con motivo del futbol en una ocasión se preguntó en voz alta la razón por la que ventidós jugadores se peleaban por una pelota: “sería mejor que le dieran una a cada uno”. Un joven se le acercó en la calle y con gran euforia le entrega un libro de producción propia y Borges le pregunta por el título a lo que el peatón responde Con la patria adentro, entonces el escritor que siempre rechazó toda manifestación de patroterismo exclamó “¡que incomodidad amigo, que incomodidad!”. En otra ocasión se arrima una joven entusiasta que afirma casi a los alaridos “Maestro, usted será inmortal” a lo que Borges respondió “no hay porque ser tan pesimista hija” y cuando Galtieri era presidente argentino le dijo que una de sus mayores ambiciones era parecerse a Perón: Borges (seguramente conteniendo sus primeros impulsos) replicó lo más educadamente que pudo, “es imposible imponerse una aspiración más modesta”. Poco antes, en esa misma época militar, se convocó a una reunión de “la cultura” a la que lo habían invitado reiteradamente por varios canales y a la salida los periodistas le consultaron sobre el cónclave a lo que Borges contestó con parquedad y con un indisimulado tono descalificador: “no conocía a nadie”. A poco de finiquitada la inaudita guerra de las Malvinas, Borges publicó un conmovedor poema donde tiene lugar un diálogo entre un soldado inglés y uno argentino que pone de manifiesto la insensatez de aquella guerra iniciada por Galtieri al invadir las mencionadas islas (tantas personas perdieron el juicio en esa guerra que un miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas de Argentina sugirió se lo expulsara al premio Nobel en Economía F. A. Hayek como miembro correspondiente de la corporación debido a que declaró con gran prudencia y ponderación que “si todos los gobiernos invaden territorios que estiman les pertenecen, el globo terráqueo se convertirá en un incendio mayor del que ya es”…afortunadamente aquella absurda e insólita moción no prosperó).

Borges tenía una especial aversión por todas las manifestaciones de los abusos del poder político por eso, en el caso argentino, sostuvo en reiteradas ocasiones (reproducido en El diccionario de Borges compilado por Carlos R. Storni): “Pienso en Perón con horror, como pienso en Rosas con horror” y por eso escribió en “Nuestro pobre individualismo” que “El más urgente de los problemas de nuestra época (ya denunciado con profética lucidez por el casi olvidado Spencer) es la gradual intromisión del Estado en los actos del individuo” y en el mismo ensayo concluye que “el Estado es una inconcebible abstracción”.
Pronostica Borges (lo cual queda consignado en el antedicho diccionario) que “Vendrán otros tiempos en que seremos ciudadanos del mundo como decían los estoicos y desaparecerán las fronteras como algo absurdo” y en “Utopía de un hombre que estaba cansado” se pregunta y responde “¿Qué sucedió con los gobiernos? Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso. Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer censura y nadie en el planeta los acataba. La prensa dejó de publicar sus colaboraciones y efigies. Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos; algunos fueron buenos cómicos o buenos curanderos. La realidad sin duda habrá sido más compleja que este resumen”.

Borges nos arranca la angustia del absurdo perfeccionismo al intentar la administración de la pluma en el oficio de escribir cuando al citarlo a Alfonso Reyes dice que “como no hay texto perfecto, si no publicamos nos pasaríamos la vida corrigiendo borradores” ya que un texto terminado “es fruto del mero cansancio o de la religión”.

Y para los figurones siempre vacíos que buscan afanosamente la foto, escribió Borges en El hacedor: “Ya se había adiestrado en el hábito de simular que era alguien para que no se descubriera su condición de nadie” y también, en otro tramo de esa colección, subrayaba la trascendencia de la teoría al sostener que “La práctica deficiente importa menos que la sana teoría”. Se solía mofar de la xenofobia y los nacionalismos, así definió al germanófilo en la segunda guerra, no aquel que habían abordado a Kant ni habían estudiado a Hoelderin o a Schopenhauer sino quien simplemente era “anglófobo” que “ignora con perfección a Alemania, pero se resigna al entusiasmo por un país que combate a Inglaterra” y, para colmo de males, era antisemita. En el ensayo anteriormente mencionado sobre el individualismo enfatiza que “el nacionalismo quiere embelesarnos con la visión de un Estado infinitamente molesto”.

Sus muy conocidos símbolos revelan distintas facetas del mundo interior. Los laberintos ponen de manifiesto el importante sentido de la perplejidad y el asombro como condición necesaria para el conocimiento y el sentido indispensable de humildad frente a la propia ignorancia. Los espejos -cuando se mira en profundidad la propia imagen- “atenúa nuestra vanidad” y, simultáneamente permite ver que “somos el mismo y somos otros” en el contexto de las variaciones que operan en el yo a través del tiempo. Los sueños como anhelos y como fantasía. La manía borgeana por los tiempos circulares si se partiera de la premisa que todo es materia y el universo finito, lo cual conduce a permutaciones repetitivas (noción que, entre otros textos, la adopta en “La biblioteca total”, en conformidad con una conjetura que comenta Lewis Carroll dado “el número limitado de palabras que comprende un idioma, lo es asimismo el de sus combinaciones posibles o sea el de los libros”). Y, por último, el color amarillo del tigre como su primer recuerdo “no físicamente, sino emocionalmente” que se une al color que frecuentemente veía en su ceguera.

Ante todo, Borges se caracterizó por su independencia de criterio y su coraje para navegar contra la corriente de la opinión dominante y detestaba “al hombre ladino que anhela estar de parte de los que vencen” tal como escribió en la antes menciona nota sobre los germanófilos...“a un caballero solo le interesan las causas perdidas” recordó con humor nuestro personaje en el reportaje conducido por Fernando Sorrentino.

En el prólogo a unas pocas de las obras de Giovanni Papini (otro cuentista y ensayista extraordinario con una prodigiosa imaginación) dice Borges: “no se si soy un buen escritor; creo ser un excelente lector o, en todo caso, un sensible y agradecido lector”.

Edwin Williamson, Victoria Ocampo, Rodríguez Monegal, Norman Thomas di Giovanni, María Esther Vázquez, Alicia Jurado y tantísimos otros han escrito sobre Borges y otros tantos lo han entrevistado (apunto al margen que le dijo a Osvaldo Ferrari que “cuando uno llega a los ochenta y cuatro años uno ya es, de algún modo, póstumo”) y una cantidad notable de tesis doctorales producidas en todos los rincones del orbe sobre este firme patrocinador del cosmopolitismo. De cualquier manera, no por reiterado es menos cierto y necesario decir que este autor constituye una invitación portentosa y renovada a la pregunta y al cuestionamiento creador.

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